viernes, 15 de mayo de 2015

Tomás Barbajelata


Cementerio de inocentes


Era un 12 de Junio, la ciudad estaba destruida. Yo fui una de las pocas personas que tuvieron la suerte de sobrevivir. Me quede noches pensando si de alguna manera podría haber evitado que terminase de esa forma. Pero todo fue en vano. No lograba encontrar ni siquiera una razón para que estallase la guerra, y la mejor manera de pensar en alguna, es recordando.
Todo empezó un 12 de mayo de 2025, faltaba un mes para mi cumpleaños. Mi familia me preguntaba día a día que es lo que había decidido hacer en esa fecha. Hoy, diez años después, estaría dispuesto a contestarles, pero ya es tarde. Días después, en mi casa, recibieron una carta en la que me nombraban, en ella decía que tenía que presentarme al ejército y combatir como soldado representando mi país. Al no tener elección, me preparé, me despedí de mi familia y partí con el ejército. Me recibieron de forma muy correcta, pero luego me di cuenta de que en realidad nunca me tendría que haber presentado. Por falta de presupuesto, pasé días sin comer y rápidamente me habían enseñado lo básico para la utilización de armas de fuego. Semanas después, había llegado el momento de poner en práctica lo aprendido. Fuimos a atacar una base enemiga, y todo salió según lo previsto. Nos felicitaron y volvimos a nuestra base, la cual se encontraba ubicada al lado de una gran montaña. 
Al día siguiente, al despertar,  decidí irme. No aguantaba estar ni un minuto más dentro de ese lugar. Corrí lo más rápido que pude, me escondí entre dos grandes piedras y al voltearme para observar nuestra base, observe como la tropa rival asesinaba a los soldados encargados de vigilar por la noche. Creí que uno de ellos me había visto y agache la cabeza. Minutos después escuché una gran explosión y disparos, y al ver hacia donde se encontraba la base, no había más que cenizas, y manchas de sangre. Cuando el ejército enemigo se fue y todo parecía seguro, salí de mi escondite y me dirigí hacia los escombros. Al recordar que la mayoría de  soldados no tenían experiencia y que ninguno había utilizado un arma en su vida, sentí que su muerte la recordaría durante toda mi vida.Y así fue. Muchos de ellos eran menores de veinte años y como inocentes que eran, perdieron su vida durante el periodo de guerra. Verifique si había alguien con vida bajo los escombros y luego partí hacia la ciudad. Tarde poco más de un día en llegar. Caminaba al lado de la carretera y a través de los carteles me enteraba de cuanto me faltaba para llegar. Durante la noche decidí parar  a descansar. Desde el lugar donde me había acostado alcanzaba a ver toda la ciudad, la observé durante unos minutos y me acomode para dormir. Al día siguiente cuando desperté, todo estaba destruido. Pensé en mi familia. Sentí ganas de llorar, pero al final no lo hice. No fue un regalo que me hubiese gustado recibir en un día como ese. Paso poco más de un año desde aquel día y hoy es la primera vez que logro recordar como ocurrió todo. Y me doy cuenta de que en realidad yo no hubiese podido hacer nada para evitarlo. La visité durante varios días y sentía que caminaba sobre un cementerio en él que se encontraban familiares, amigos y muchas personas que no conocí. Todas inocentes.
 En base a esta experiencia, pude realizar esta obra. En la que muestro claramente mi rostro entristecido por el hecho de haber recordado esta misma historia solo para compartirla con ustedes.
 En ese momento, me levanté de mi asiento, hice un gesto de agradecimiento a la gente que se había acercado para observar la obra, y dí por terminada la conferencia.

2 comentarios:

  1. Es interesante como mostrás que él no olvida su pasado trágico. Me pareció rara la coincidencia de que justo cuando él decide irse, destruyen su base los rivales.
    Me gustó el tema de la conferencia, porque parece que te transporta a un entorno totalmente distinto al anterior.
    Joaquín Campano

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  2. Tomás: la idea es buena pero merece más trabajo porque hay puntos sueltos en los que se deshilvana la trama. Si el narrador está dando una conferencia, ¿a quién se dirige?; ¿compatriotas o está en un país extranjero? La guerra destruye su ciudad, ¿afecta al país?
    La pregunta inicial no es coherente con el desarrollo. A su inquietud sobre si podría haber evitado lo que sucedió, le sigue la de interrogarse sobre la causa de esa guerra y se desentiende de lo anterior. Nada creíble que no sienta remordimiento ni manifieste dolor. También es incoherente que se diga "Hoy, diez años después" y más adelante: "Paso poco más de un año desde aquel día y hoy es la primera vez que logro recordar como ocurrió todo". No queda claro el transcurso y la duración del tiempo.
    Creo que podrías obviar la explicación de su rostro entristecido por innecesaria. ¿Podría leerse tu cuento sin la imagen?
    Rever construcción de párrafos, vocabulario (escaso y repetitivo), algunos tiempos verbales y ortografía.
    Nota: 6

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