lunes, 30 de noviembre de 2015

Microrrelatos



Después de un trabajo que comenzó con la lectura de los microrrelatos, siguió con el análisis y concluyó con la escritura, vinieron sus propios cuentos editados. Hubo juegos de palabras, intertextualidad, humor, ingenio. Estuvo el compromiso de muchos, el de los que asumen cada tarea con entusiasmo y ganas de experimentar, encontrar su propia voz, avanzar con la literatura hacia sí mismos. También, los que se limitan a cumplir sin exigirse, ni reflexionar en los sentidos de cada actividad o dejarse modificar por lo que leímos y compartimos en el aula y en el blog; sin embargo, tienen mucho talento y será una maravilla cuando se decidan compartirlo. Los leí a todos, con ganas. La reescritura sigue siendo una actividad en la que deben perseverar y encontrar las claves para aprender. Además, no descuidar, al momento de publicar, la revisión de aspectos como la ortografía, ya que muchos la pasaron por alto. Me hicieron reír y emocionar; me sorprendí, me desconcerté, me quedé con ganas y las ganas se transforman ahora en nuevas ideas que irán apareciendo en próximas propuestas. Porque queda mucho por hacer, por leer, por escribir, por crear.


Gracias a todos.



Microrrelatos - Milena Bonifacini

Para empacharse
Preparar lunes por la noche:
En un molde colocar un par de ojos celestes penetrantes, una sonrisa encantadora, unos labios carnosos, un poco de esencia de indiferencia y una cucharada de inseguridad. Dejar reposar hasta las cinco y media de la madrugada. Abrir la heladera y amagar a meter la preparación. Con un rápido movimiento meterla en el freezer.

Dejarla para siempre ahí. Comerla solo en caso de haberse olvidado de su existencia.



Momentitos minúsculos
Me mata mirarte mirando. Me molesta mirarte mucho… ME MIRASTE. ME MORÍ. Muy maduramente, muy magníficamente, me magnetizaste. Momentáneamente.

Jirafas en el cielo
Amanecí bastante confundida. Di estrepitosos, furibundos, giros. Había imaginado jirafas kilométricas lamiendo mi nariz. Obnubilada pensé: “rarísimo sueño. ¡También untaban velozmente waffles, xalapeños y zanahorias!"

Obligáme a no soñar
 -Mamá, ya sé que repetí el año pasado pero de verdad pienso que soy bueno jugando al fútbo…
-¡BASTA! Me cansas con esas pavadas del fútbol, tu única obligación es ir al colegio Lionel

Recordatorio; recordar mi vida
-¿Te gustó el vídeo que te hizo Jazmín para tu cumpleaños?
-Sí
-No te noto muy emocionado después de ver toda tu vida en un video
-¿Toda mi vida? Esa no es mi vida, son fotos nada más..
-Es todo lo que viviste hasta el día de hoy
-Es que la vida no es lo que uno vivió, es lo que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla

Algo distinto
Me levanté y lo primero que hice fue ponerme el traje de baño y un short para salir a disfrutar del sol. Me preparé un mate cocido y salí al jardín. Apenas me recosté en la reposera recordé una tarea que debía para historia. En ese momento tenía más ganas de disfrutar del día que de sentarme frente una computadora. En mi cabeza dos fuerzas lucharon: el deber y el querer. Nunca fui de los que pueden hacer cosas "porque se debe". Así que lo hice, porque quería que ese día fuera distinto, y yo siempre hago lo que quiero.