viernes, 15 de mayo de 2015

Julian dos Santos

“Escritor actual”
Esta es la historia de un adolescente de diecisiete años que siempre quería escribir, no sabía cómo, no sabía porque, pero lo añoraba. Quizá fue la sociedad que lo motivo, pero de la mala manera. El sentía que nunca tenía tiempo para ello, pero en realidad si, solo estaba atrapado en su vida y en la complejidad de sus pensamientos. Era un chico muy pensativo, podría ser un gran escritor si se lo propusiera, pero estaba siempre atrapado en lo que la sociedad le intuía, la presión del colegio, el cariño de su familia, la diversión de las salidas con sus amigos, la pasión en el deporte, todo eso le impedía escribir, o eso creía él.
Había algo que lo distraía de todo y también le hacían creer a si mismo que solo con ello podría escribir, que aunque el supiera que estaba mal lo que hacía, le gustaba, porque le hacía olvidarse de todo en lo que él se sentía atrapado y distraerse un momento: las drogas.
Fue una tarde de invierno en la que los padres del chico habían salido de vacaciones por un mes,  las probo por primera vez, cuando esto sucedió, sintió que todo a su alrededor había cambiado, ya no escuchaba a nadie, solo sus pensamientos. Entonces se propuso escribir.
Al día siguiente, se sentó en su escritorio con su computadora, pero al cabo de dos horas no había nada más que una hoja en blanco. Se la paso pensando que sin las drogas no podía “bloquear” sus distracciones  y así lo hizo luego. Cuando hizo esto, tenía en la cabeza mil ideas de cualquier cosa, pero no eran más que alucinaciones de una realidad en la que no podía pensar, de todas formas escribió lo que se le viniese a la cabeza. Al pasar un rato, y pasados los efectos alucinógenos, vio lo que había escrito; no eran más que palabras sin sentido y desordenadas. Lo único que había conseguido era meterse en un vicio problemático difícil de suprimir.
A la semana siguiente ya había experimentado todo tipo de sustancias, y siempre resultaba lo mismo al escribir. Inútiles fueron los intentos de darle sentido a esas palabras, pues solo una parte no consiente de él las entendía. Lo único que hacia después de ello era criticarse a sí mismo para luego sentirse un bueno para nada y luego tener justamente ganas de nada, solo de drogarse. Al cabo de unas semanas ya no hacía deporte, la familia no le importaba, estaba cerca de dejar el colegio y ni hablaba con sus amigos, en cuanto a la escritura, desde aquella vez ya ni le interesaba intentar una tercera vez. Se la pasaba encerrado en su habitación, atrapado en otra realidad.
Al volver sus padres de las vacaciones que habían tomado, no podían creer lo que estaban viendo, ver a su hijo en esa situación les causo un impacto terrible, pues no era para menos, ver a tu hijo en casi un estado de coma no debe de ser placentero. Llamaron al médico de la familia cuanto antes  y este en seguida lo llevo a hacerse análisis para ver que tenía inyectado en el cuerpo y  saber cómo tratarlo.
Pasaron semanas o meses quizá, no lo recuerdo bien, hasta que mi hijo  salió de la rehabilitación. Estuvo en casa unos días y en ese tiempo, volvió a escribir. No sé desde cuando se le vino a la cabeza las ganas de hacer algo parecido a ello, pero no fue bueno, pues se la pasó dos días sin comer ni beber nada y cuando  entre a su cuarto una tarde, estaba tirado en su cama, ahogado en su propio vómito, había vuelto a ese maldito vicio.
Hoy recuerdo que esa misma tarde escribió algo hermoso, que ni yo tengo las palabras para describirlo, se empeñó tanto en ese trabajo que fue demasiado para él.
 Como me arrepiento de tomar esas estúpidas vacaciones.


1 comentario:

  1. Julián: ¿cómo intervino tu imaginación?; ¿realidad transformada? La idea de tu cuento no se narra sino que se dice, desde el punto de vista del padre del protagonista, sin que resulte creíble pues ¿cómo sabe qué sucede cuando su hijo está solo?, ¿cómo conoce los pensamientos y sensaciones del hijo antes y durante sus alucinaciones?
    Tampoco es coherente que se drogue para poder escribir cuando nunca antes lo ha intentado ni que en un mes pruebe todas las drogas y en un mes se vuelva irrecuperable pues al salir de rehabilitación vuelve a consumir hasta la muerte.
    El padre afirma: "volvió a escribir". ¿Cuándo escribió?
    ¿Por qué el título?
    Repensar la elaboración del discurso y la intencionalidad estética para que logre conmover e involucrar afectivamente al lector.
    Rever repeticiones, tiempos verbales, puntuación, algún término mal usado y ortografía.
    Nota: 5

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