Todos alguna vez nos hemos imaginado como sería el infierno, como sería el Diablo, incluso Santiago se lo imaginó varias veces, él
insistía en que el diablo tenía existencia, tanto en el infierno de donde
pertenecía, como en la Tierra.
A Santiago le
encantaba leer sobre estos asuntos, día y noche, tenía varios libros que
trataban experiencias, vivencias de personas que juraban haber estado cara a
cara con el diablo, lo describían como el ser mas horrendo que hubiesen visto
jamás. Luego de varias lecturas, él se dormía, y la mañana siguiente les
comentaba a sus amigos del curso con lujo de detalles todo lo que había leído
sobre Satanás. Una tarde luego de volver de la casa de un amigo, el joven
muchacho tomó un enorme libro de su biblioteca, no le alcanzaba la mano para
agarrar el lomo, era un libro verdaderamente muy grande, entró a su cuarto y se
sentó en una silla reclinable que estaba en la esquina del dormitorio, puso el
libro en sus rodillas y comenzó con su lectura.
Al leer varios
capítulos, le llamo la atención una oración en un apartado del libro, “ El
diablo tiene una lista, la lleva siempre consigo”, nunca antes había escuchado
algo así, se sintió algo asustado por varios minutos , se tomaba muy en serio
lo que decía en esas hojas. Al día siguiente fue al colegio, tenía un aspecto
algo raro, como decaído, sus amigos le preguntaron qué le pasaba, y este les
contó lo que había leído el día anterior. En poco tiempo pasó a ser el hazme
reír de todo el grupo, todos decían que era un miedoso, un crédulo, hasta un
profesor le recomendó ir a un psiquiatra.
Santiago decidió no seguir leyendo esos textos, ya que decía
que le llenaban la cabeza de estupideces, y que gracias a eso todos se burlaban
de él.
Cuando termino el secundario comenzó a estudiar la carrera
de Derecho, luego se especializó en derecho Penal, allí en la facultad, conoció
a la que sería en un futuro, su esposa. Al cabo de los años, el joven muchacho,
se convirtió en un hombre, casado y con dos hijos, un niño y una niña.
Una noche, luego de un agotador día de trabajo en el
juzgado, Santiago llegó a casa, estaba solo ya que el resto de su familia
estaba de viaje con sus suegros, aprovechando esta situación, invitó varios
amigos a cenar y a tomar unos tragos. La noche se descontroló un poco, sus
invitados se marcharon a las cuatro de la mañana, completamente ebrios,
mientras él se daba un baño antes de recostarse. Mientras se bañaba escucho
varios ruidos, parecían risas, luego llantos, supuso que eran sus amigos, que
aún estaban haciendo disturbios. Cuando salió de la ducha, tomo la toalla,
apenas se podía por el vapor que había dentro del baño, terminó de secarse. Se
vió en el espejo, y se veía algo pálido, por un momento recordó aquellas tardes
en su adolescencia, en las que se imaginaba esas situaciones de horror, en las
que aparecía el diablo en el espejo. No tardó más de 1 minuto en suspirar, y
admitir que había sido un estúpido por el hecho de solo pensar en que algo asi
podría llegar a pasar.
Se escuchó un ruido totalmente desconocido desde afuera del
baño, Santiago abrió la puerta; un amigo suyo había roto un jarrón, se disculpó
y se marchó, Santiago entró en el baño lleno de vapor nuevamente, cerró la
puerta, se dió media vuelta y allí estaba, un rostro vació, llevando una pipa ,
por debajo un cuerpo vestido de traje y corbata, y bajo el brazo una lista.
- - Leíste mucho sobre mí hace tiempo Santiago, creo
que ya es hora que sepas que, estás en mi lista. Fin
La idea del cuento es buena, pero me hubiera gustado que se diga de qué es la lista para comprender por qué al leer sobre ella Santiago se asustó tanto.
ResponderEliminarMe causa curiosidad el por qué ve al diablo como un hombre sin rostro de traje y no como ese ser rojo con cuernos, tan característico al referirnos a Satanás. ¿Será que el diablo realmente viste a la moda?
Si para todos era lo más horrendo que habían visto, ¿todos veían al diablo así? ¿O sólo a Santiago? ¿Se sintió atemorizado al verlo?
Noelia Maciel
Parecido a lo que dijo Noelia me gustaría saber qué era lo que hacia que la gente este en la lista, por qué Santiago estaba en ella, qué había en ella que hizo que se asustara tanto al leerla que termino dejando su búsqueda sobre el diablo.
ResponderEliminarEsta bueno como se describe al diablo, me parece una forma de verlo muy diferente de la usual que le da un toque distinto al cuento.
Agustina Yapor
Gaspar: coincido con los comentarios de tus compañeras, ya que el desarrollo abandona inexplicablemente el planteo inicial: la perturbación que provoca la lista en Santiago. ¿Cuál es el sentido de contar qué estudió, su casamiento, sus hijos? ¿Qué marca el paso del tiempo? No es verosímil el adulto que construís porque sigue actuando como adolescente.
ResponderEliminarNo es coherente que abandone con tanta facilidad su obsesión por el diablo, solo por los comentarios de los demás. Ya resultaba excéntrico su hábito de lectura. Del mismo modo, no queda clara su atracción por el diablo ni porqué este adolescente cuenta con estos libros en la biblioteca de su casa.
¿De dónde sale el amigo que rompe el jarrón, si se afirmó que todos se habían marchado?
¿Qué recursos empleasten para provocar estéticamente a los lectores? ¿De qué recursos se vale el relato para asegurar que el demonio realmente está enfrente de santiago y no es producto de su resaca?
Rever puntuación, repeticiones innecesarias, alguna preposición mal usada y ortografía.
Nota: 6