sábado, 30 de mayo de 2015

Transposición

El cine y la literatura tienen lenguajes propios y distintos. Por eso cuando un director decide versionar una novela o cuento al cine toma decisiones y varía los hechos. En el caso particular de “El Lector” yo ya había visto la película, que no me había gustado, por lo que al leer el libro lo hice predispuesta a encontrar algo que no me iba a atrapar. Por suerte no fue así.

En la película se ven, desde un principio, todos los cambios que hizo el director. Para empezar, los tiempos están mezclados. La novela está contada en pasado, pero es un relato lineal. Me parecieron bien logrados los pasajes de un tiempo a otro, como une los distintos momentos en la vida de Michael.

Me interesó mucho como lograron expresar lo que le sucede al personaje, que habla en primera persona en la novela, con las cámaras. Las expresiones, espacios, cortes de escena, silencios y música. Todo esto muestra lo que trataron de transmitir al hacer la película. A mí, particularmente, no me gustaron mucho las decisiones que tomaron. Pero se ve de forma clara, desde el comienzo de la relación de Michael y Hanna hasta lo que agregan sobre su hija, que siguieron una idea y un estilo muy pensados. Sentí que la película era un poco larga para lo que relatan y que no se ve con claridad lo profunda e intensa que fue la relación. De todas formas, mi mirada está tan influida por la lectura de la novela que mi poca objetividad no me deja confiar en lo que estoy escribiendo.


Lola López

Las miradas de dos mundos


Al leer "El Lector" sentí estar dentro de momentos, como espectadora, en algunos momentos el analfabetismo de Hanna hacía que me replantee si yo sabía leer o era una ilusión. Comencé a verme en una situación diferente, mi papel leyendo la novela fue diferente a la de observadora detrás de la pantalla viendo la película ya que no me sentía dentro de esta. 

 Siento que es una buena adaptación pero no es tan buena como el libro, ya que en este último sentí como buceaba en la narración de Michael pero en la película me sucedía todo lo contrario. 
  Dentro del libro la única mirada que podía apreciar era la de Michael, los sentimientos que tenía él por Hanna, su vida dentro de su familia, el juicio entre otros momentos se basaban en lo que él podía apreciar y sentir. La narración de él es lineal, en ningún momento sé lo que va a pasar más adelante ya que me manejo únicamente con Michael y lo que le pasa.

 En cambio, en la película varias miradas aparecen, como la de Hanna por ejemplo. Las situaciones son vistas desde otro punto, no como acompañante del narrador.  Durante la película varios flashbacks cuentan las cosas en orden aleatorio. 
Las situaciones que se habían creado en mi cabeza gracias al libro fueron derribadas por la película. Esto no tiene porque ser algo malo igualmente, algunas de las situaciones que imaginé fueron sustituidas por otras mejores y en algunos casos se produjo lo contrario

La novela me gustó más, me encariño con los personajes de otra manera, los imagino y siento darles vida. En cambio en la película todo ya está echo, ellos están vivos, no puedo imaginarlos y me ahorran mucho trabajo que me gusta tener mientras leo.  

Perdón por haber tardado un día en subirlo, me olvidé de hacerlo, entre el apuro y el nervio deseo que haya quedado algo interesante y entretenido para leer y que no sea en cambio una huevada tras otra. Espero que lo tomes igualmente en cuenta. 

Milena Insua Szulman 











"La mirada " desde mi posición

A mí me gustó más la novela que la película “El lector” ya que hay ciertas diferencias en la película con respecto a la novela que me hubieran gustado que sean como ocurre en el libro; y esto se debe a que  cuando uno lee una novela se imagina toda la historia, incluyendo los personajes, los lugares, etc. En cambio en una película esto cambia porque el director de la película lo va a producir en base a como él lo interpretó, lo imaginó o como él lo considere conveniente y esto incluye su transformación (de la novela a la película).
Retomando lo anterior, una de las diferencias que me llamó la atención y me pareció muy significativa; y que en la película no aparece es la parte en la que Michael habla con su padre para pedirle un consejo ante la duda que tenía de que debía hacer sobre la situación que él sabía y veía que Hanna estaba enfrentando en el juicio. Esto me pareció significativo ya que el padre de Michael es un hombre que tiene una postura opuesta a la de Hanna, ya que es una persona con estudio profesional (él es filósofo) y es él el que ayuda a Michael a comprender en cierta forma las acciones de Hanna en el juicio. Michael decide luego callar el secreto de Hanna (el cual la podría ayudar para estar en una mejor situación en la que se encuentra en el juicio) a pesar de que sus emociones lo querían impulsar a hacer lo contrario. Y para mí esta parte la reemplazan por la parte en la que Michael habla con su profesor de abogacía, quién los llevó a él y a sus compañeros  para que justamente analicen el caso del juicio; y fue ahí cuando Michael le plantea su duda a su profesor. Fue este cambio el que no me gustó porque sentí que se pierde una parte importante ya que como dije antes es significativa. Otra diferencia fue que en la novela yo pude percibir más acerca de cómo se sentía Michael con respecto a Hanna y como lo marco a él durante lo largo de su vida mientras que en la película yo no lo pude percibir de la misma manera ya que para mí en la novela esto esta mas presente durante lo largo de la historia.
Mi conclusión es que con todo lo anteriormente dicho la novela es superior a la película ya que uno tiende a imaginarse su propia versión de los hechos con lo que está leyendo .En cambio en la película uno ve la versión de cómo lo percibió otra persona (en este caso el director de la película) lo cual nunca termina siendo igual a lo de uno mismo.

Gisela Meneces

viernes, 29 de mayo de 2015

Misma historia, sensaciones diferentes

A diferencia del libro, en la película se corta la experiencia de imaginar libremente las escenas. Además no debemos olvidar que ésta es la interpretación más la creación del director, por esto, obviamente, si nos gustó mucho el libro existe cierto margen de desilusión para el espectador para con la película.

A mi parecer, en la película se omite una parte que puede ser esencial para acompañar la historia, cuando Hanna le pega a Michael. En la película no se hace mucho énfasis en la relación de dominación que Michael  se plantea. Al principio, él es dócil con ella y eso se muestra en la película, pero en esa escena que se omite, él la ve llorar por primera vez y llega a la conclusión que puede ser tan despótico como ella era al principio. En la tercera parte del libro se los puede ver a los dos como iguales, cosa que no sucede en la película.

Lamentablemente poseía la edición del libro que fue lanzada después de la película con las imágenes de los personajes en la tapa y mientras leía me costó mucho intentar de imaginármelos de una forma diferente.


Tanto el libro como la película me gustaron, no puedo elegir cual me gustó más porque al leer un libro o ver una película, aunque se cuente la misma historia, son dos experiencias diferentes.

Lucía Estevez

Interpretación

¿Cuál es la diferencia entre el libro y la película?

La respuesta puede llegar a ser compleja y extensa. Pero creo que en un principio se trata de dos lenguajes en el que se narra la misma historia pero de forma muy diferente.

El libro cuenta la historia de manera más completa, las descripciones que el autor hace dentro de este, produce en el lector la necesidad de usar su imaginación para visualizar lo que está sucediendo. Como por ejemplo visualizar a los personajes o el entorno en el que este se encuentra.
Y la versión cinematográfica se encuentra compuesta por varios elementos que trabajan juntos en la composición del mensaje que recibe el espectador, no sólo a través de la imagen y diálogo sino que también por medio de la música, edición, etc.
"El lector" me gustó tanto en el libro como en la película, pero en cuanto a la versión cinematográfica me sorprendió que, a diferencia del libro, no se narren los hechos cronológicamente.

Tomás Barbajelata

Modificar sin cambiar

  La película "El lector" es una transposición de la novela de Bernard Schlink, que lleva el mismo título. En mi opinión, la película está muy bien hecha y me gustó más de lo que en un principio pensé que me gustaría. 
  Me parece que la selección de los actores principales es muy acertada, ya que se asemejan a cómo los había imaginado al leer el libro; los gestos, las miradas, la interacción entre ellos, todo representa muy bien lo descripto por el autor. El ambiente está tan bien construido que, a pesar de que se muestran los años, uno puede captar rápidamente la época y el contexto en que se desarrolla. Son cruciales para este reconocimiento entonces, la atención a los detalles. 
  Sin embargo, cabe recalcar que el filme cuenta la historia desde el punto de vista del director, por lo que se puede percibir algo completamente distinto a lo que se hubiera entendido en el caso de haber leído la obra, dejando así poco espacio para la interpretación. También es verdad que algunos momentos se omiten, ya sea por una cuestión de duración de la película o porque quien la dirige no los considera fundamentales, pero no pierde ni el hilo, ni la esencia de la historia.
  En conclusión, a mi parecer, el largometraje está confeccionado de acuerdo a los gustos e interpretaciones del director, sin perder el argumento y la sensibilidad que éste produjo al leerlo en la obra original. 

Noelia Maciel 

jueves, 28 de mayo de 2015

Dos histroias, dos miradas

Usualmente las personas suelen decir que los libros son mejores que las películas. Personalmente, vi la película antes de leer el libro. Esto me perjudicó mucho a la hora de ilustrar en mi mente las imágenes que el texto relataba. No pude crear mis propios personajes o situaciones, las escenas de la película me aparecían sin hacer esfuerzo y no podía evitarlo. 

El problema que tuve, es el que se genera cuando ves la creación cinematográfica antes que la obra literaria: al leer, creamos e imaginamos “una película” propia en nuestra mente, que es única, singular, nadie puede imaginarse exactamente lo mismo. Al ver la película real, resulta que no es la película que habías imaginado, es la película que imaginó el director que la hizo.
En “El lector” sentí que la película no consiguió transmitir todo lo que el libro quería decir, a pesar de que la adaptación escenográfica es magnífica. Una persona que no  hubiera leído la novela creo que no comprendería todo el contexto de la historia, la película no cuenta todo lo que el libro tiene en su interior. Quizás es por el tiempo, que en el film es más limitado. El libro puede tomarse las páginas que quiera para que todo quede más claro y los personajes sean más complejos, mientras que en una película cada minuto cuenta. Quizás porque no se puede contar literalmente la historia que se plantea. No sé por qué. Me parece que el film está mucho más centrado en la historia amorosa y no en la parte judicial que la novela describe más detalladamente. Siento que la película no abarca la dimensión que tiene el libro.
Sin embargo, hay cosas que si uno no las conoce se hace difícil imaginárselas, por ejemplo, Alemania. Por otro lado, me encanta cuando no hacen falta palabras para comprender lo que sucede, el cuerpo transmite esas palabras que el libro no puede hacerlo sin explicar, como pasa con los movimientos, los silencios, las miradas, las respiraciones.
Si me preguntan si es mejor la película o el libro, mi única respuesta es que “mejor” es muy subjetivo, simplemente me parecen dos mundos distintos que se conectan por la misma historia y tienen mucho en común pero también muchas diferencias.





Milena Bonifacini

Imaginación infinita

¿Es el cine, es una película junto con su trama, fiel reflejo de lo que está esbozado en un libro que cuenta la misma historia, pero trasladada a la pantalla grande? Y puntualmente para el caso del lector, debemos preguntarnos si es válido este interrogante, esta duda, o no.
La imagen propuesta en el blog, me remite a las profundidades que hay debajo de un pozo de agua, metáfora de lo infinito que es “El lector” en su versión literaria y de las variables interpretaciones que este tiene, en comparación con la película que limita las posibilidades imaginativas. A pesar de ello no deja de ser interesante y vívida por el desarrollo de las personalidades de los personajes principales y por su hermosa relación, enmarcada en paisajes perfectamente representados.
Cuando comencé el libro, a medida que leía, iba imaginando lo que se narraba: las distintas situaciones que los personajes vivían y también a éstos, su aspecto tanto físico como mental. Me imaginé a Hanna mucho más divertida y extrovertida y no tan seria y estricta como se la representa en la película, y a Michael, mucho más pequeño que como se lo observa en la película donde ya casi podría decirse que es un hombre. Pude notar que algunas escenas, por ejemplo cuando Michael y Hanna hacen el amor por primera vez, o cuando Michael escucha el nombre de Hanna en la corte, están representadas en la película tal cual el libro las describe. También el tiempo es importante ya que varía: en el libro es totalmente cronológico, es decir lineal, Michael narra los hechos en el orden tal cual sucedieron, en cambio, en la película está presente el concepto de flash back, el cual consiste en intercalar durante el desarrollo de la historia hechos pasados para luego regresar al presente. La película se inicia en el presente, cuando Michael se encuentra acompañado de una “novia”, luego, utiliza la técnica dicha anteriormente para contar la historia con Hanna, y por último, regresa al presente cuando va al cementerio con su hija.
Yo en este caso prefiero el libro: me gustaron mucho las descripciones presentes, ya sea tanto de los personajes como de las acciones de estos. Logré imaginar en mi mente algunas escenas que justamente coincidieron mucho con la película.
En conclusión, podría decirse que tanto en la película como en el libro, se logra transmitir la emoción y los sentimientos de los personajes principales y también es muy útil la existencia de la película ya que así los lectores pueden, además de imaginar los hechos, tener una imagen (creada por el director de la película) clara de cómo ocurrieron.

Camila Ferrera


Adaptaciones e interpretaciones

  Siempre sentí que aunque las películas pudieran ser semejantes a los libros, cuentan una misma historia de formas muy diferentes. No solamente en el distinto uso del narrador o del tiempo, sino también en la manera en la cual los personajes se desarrollan, expresan, sienten y comunican. Además, leyendo un libro sos libre de imaginarlos, algo que con la visualización de una película es limitado.
  Cuando leí "El Lector", me imaginé a Michael como si tuviera un aspecto aniñado. Quizá se debió a la diferencia de edad entre los protagonistas, que desde mi punto de vista es muy grande, y exageré esto inconscientemente un poco más en mi imaginación. Algo que me llamó la atención, es que a Hanna la imginaba físicamente casi igual a como está representada en la película. Creo que esto se debe a que concuerda casi a la perfección con la descripción que hace Michael en el libro. Además, siento que la actriz interpreta de forma excelente a este asombroso, complicado y extenso personaje. La parte del juicio también fue muy acorde a mi imaginación: la atmósfera de tensión y la falta de brillo en el ambiente y en los personajes. Sin embargo, creo que en la película falta una situación que para el libro es fundamental: cuando Michael le deja la nota a Hanna y ella, al no poder leerla, se pone nerviosa y lo golpea. Me hubiese gustado mucho realmente que sea representada aunque quizá no sea verdaderamente necesaria para el film, ya que hay suficientes indicios que revelan el analfabetismo de Hanna.
  En conclusión, creo que la película está muy bien lograda con respecto al libro. La ambientación me fascinó ya que se puede ver claramente el tiempo en el que se desarrolla la historia. Los personajes están bien interpretados y aunque esté narrado desde otro punto de vista y en orden acronológico, esto no dificulta su comprensión y disfrute.
     

Ludmila Corvalán

Comodidad o imaginación?

La forma de apreciar un libro y una película son totalmente distintas. En un libro, el lector capta la historia y, a partir de lo que esta leyendo, representa en su cabeza los personajes, los lugares, las expresiones y las escenas. Las representaciones mentales son totalmente personales y subjetivas, no habrá dos personas que representen en su cabeza las mismas imágenes. Cuando leí el libro me imaginé a Hanna como una mujer seductora, atrevida y divertida, pero al ver la película ella se mostraba muy seria y estricta. Creo que esto se debe a que el narrador del libro, Michael, se sentía atraído por ella y por eso su descripción es "con cariño".
En la película, se puede ver la historia tal cual pasó, en vez de desde el punto de vista de Michael. Esto nos permite tener una mirada mas objetiva de los echos y también poder analizar los gestos, la forma y el tono de hablar, las expresiones y los silencios de todos los personajes, hecho que no se da con la lectura del libro.
La narración en el libro es lineal, Michael cuenta la historia desde que conoce a Hanna hasta el momento en el que decide escribir, en cambio la narración de la película es un flash back: Inicia en el presente, cuenta la historia (pasado) y finaliza en el presente, cuando Michael lleva al cementerio a su  hija.
Camila Corral

miércoles, 27 de mayo de 2015

Adaptación distante

Quizás si mi edición de ‘’El lector’’ no tuviese en la tapa escenas de la película, yo hubiese imaginado libremente a los personajes. Sin embargo, en mi portada sólo se alcanza a ver las caras de los personajes, lo que me permitió crear en mi mente la contextura física.
En la literatura, creo yo, es el autor el que toma las decisiones  y no depende de alguien más. En el cine es al revés, es un trabajo colectivo y dependen los unos de los otros. Por lo tanto, creo que la interpretación del que hace de Michael, en el film, no le llega ni a los talones al Michael literario. Este último es más reflexivo, filosófico y pensativo. El libro, además, invita constantemente a reflexionar (y a incomodar), por ejemplo, cuando Hanna le pregunta al juez:
-         A ver, ¿qué habría hecho usted en mi lugar?
Quizás el hecho de que esté plasmada esta pregunta sobre el papel, lo hace más visible y cuestionable, a que esté en una pantalla.
Después del pasado oscuro de Hanna, en la película me conmovió más. Me generó pena y de algún modo especial la ‘’perdone’’. Su ingenuidad ante la incomprensión de que las demás acusadas querían acusarla sólo a ella y su vergüenza por su analfabetismo, me terminaron por conmover.
Creo que una de las partes más impactantes es cuando Hanna se suicida, en el libro tuve que detenerme a pensar un rato. Aparte, cuando Michael la describe muerta, es realmente perturbador pero a la vez frío e indiferente. En el caso de la película, esta escena, no me impactó en lo más mínimo, tal vez porque ya lo había leído.
Pienso que en la película pasan por alto algo importante que es el cuestionamiento que se hace Michael con respecto a lo que callaron y no se plantaron ante el Tercer Reich.
Pero claro está, que esta es sólo una interpretación.


Joaquín Campano

Del papel a la pantalla

Cuando un estudio cinematográfico lanza una película basada en un libro o novela que leímos previamente y nos gustó recurrimos a hacer 2 cosas: comprar la entrada para verla lo antes posible o directamente rehusarnos a verla por el miedo a que esta película sea terrible y termine arruinando las historia que nos atrapó tiempo atrás.
Generalmente estas películas modifican drásticamente la trama de la obra enfureciendo así a los lectores previos. También ocurre que este libro, del cual fue basada la película, no fue leído por un gran número de personas que, finalmente, prefieren la película a la obra literaria. Pero, ¿Por qué se produce este cambio drástico en la trama? Este cambio en la trama se debe principalmente a que al momento de hacer una película hay ciertos límites con el tiempo, límites que en una novela no se presentan, por lo tanto, esta tendrá muchos más detalles y hasta situaciones que la película.
Al leer generamos, inconscientemente, imágenes de aquello que leemos. Imaginamos rostros, voces, situaciones y lugares. Lo que hace la película es dar una imagen visual a todas estas imágenes que cada lector fue generando.
En el caso de “El Lector” no creo que exista un gran cambio en la trama. Hay modificaciones en la forma en que es narrada la historia, cosa obvia e ítem más que importante al momento de plantearse crear un proyecto basado en una obra literaria. Este cambio está muy bien logrado. Personalmente sentí cambios en la historia con respecto a lo que tenía en mi cabeza al leer el libro. Por ejemplo Michael; yo lo imaginaba mucho más delgado y con el pelo corto. También noté que, en la película, el viaje que hacen Hanna y Michael en bicicleta resulta un viaje común, es decir no fuera de lo normal. Al leer la novela este viaje es mucho más significativo, notas la preocupación de Michael para con Hanna y lo mucho que la quiere.
La parte que más me gusto de la película fue cuando Hanna está en la cárcel y recibe las cintas de Michael que, gracias a ellas, logró aprender a leer y a escribir. Ese lapso desde que pide el primer libro hasta que escribe la última carta. Esta parte fue la que más de pareció a lo que yo me imaginaba al leer la novela. Hanna, como  anciana, aprendiendo a leer y escribir detrás de un escritorio en su celda. Así fue como la imagine y así fue como apareció en la película.

Generalmente las imágenes que creamos en nuestra cabeza al leer algo no coinciden con lo que sale luego en las películas y eso es lo lindo, cada persona genera de diferente forma estas imágenes. Estos rostros, movimientos, lugares y situaciones.

Juan Costa Viaggio

martes, 26 de mayo de 2015

Palabras en imágenes, imágenes en palabras



Cuando uno se involucra (o identifica) en lo que lee o en lo que visualiza, se produce automáticamente la incorporación de imágenes en aquello que está escrito, y la asociación o el intento de explicar con palabras aquello que observamos.
Cuando leí El Lector no pude evitar armar mi propia 'película mental' a partir del surgimiento natural (es decir, sin mi control) de imágenes, de asociaciones, de significados que le agregué a algunas escenas. Es así como acompañé las palabras con ilustraciones, que parecían haber sido creadas por mí, mientras que procesaba la información o los mensajes que la historia me transmitió.
Si bien disfruto mucho de que este mundo ficticio se genere dentro de mí y fluya sin esfuerzo mental consciente (ya que mientras más suelto las ganas de “entender realmente” lo que leo, más florece mi forma genuina de comprender, analizar y disfrutar de un libro) también me gusta mucho el cine. La película me hizo comprender desde otro lugar la historia, más desde conocer mejor a los personajes en sus movimientos, en sus emociones que se reflejan en los rostros, en el tono que tienen al hablar, en los silencios que se utilizan y en una gran cantidad de características que se pueden observar a través de las imágenes.
El cuerpo también habla y se expresa, los silencios también cuentan cosas. Pero es otra forma de comprender, como dije antes, una historia. Por esto creo que al ver la película pude agregarle palabras a las imágenes (a través de la caracterización de los personajes en relación a cómo hablan, cómo se mueven, qué expresan sus rostros y de los otros factores que nombré en el párrafo anterior)
Personalmente me encanta la actuación: la representación física de las historias que nos ofrece, los diálogos que cobran vida.
Algunas de las diferencias que encontré entre contar la historia desde la visualización de la misma proyectada en una pantalla, y la lectura de esta, es que la libertad de interpretar algunas escenas o personajes, está más condicionada en una película que en un libro. A veces la imagen concreta puede impactar más que la escritura, y el espectador puede tomar una postura más cómoda que el lector. En rasgos generales (no siempre es así) y según mi parecer, la imagen es más directa y la lectura nos permite crear un poco más. Al leer El Lector, fui más libre de interpretar y conocer por mi cuenta y desde mi criterio a los personajes.
En la película pude contemplar mejor algunos aspectos como la época en la que suceden los acontecimientos. Eso ayudó a completar mi mirada sobre la historia. Además, el tiempo en el relato es acronológico, ya que en lugar de que los hechos transcurran en el orden en el que suceden en el libro, aparecen de una forma no lineal en la que se vuelve al pasado para narrar la historia.


Camila Vaccarini.

domingo, 24 de mayo de 2015

Lectores Subjetivos

 Tanto el libro como la película "El Lector" me gustaron, sin embargo, de formas diferentes.
 El libro, nos muestra como piensa Michael de una forma mucho mas amplia, podemos ver su cambio luego de la relación con Hanna, que le deja cicatrices, como su incapacidad para mantener relaciones o su conflicto de no saber si los momentos de felicidad con ella tienen validez después de enterarse de su pasado en la SS, como cuando dice, por ejemplo  "¿Por qué? ¿Por qué lo que fue hermoso, cuando miramos atrás, se nos vuelve quebradizo al saber que ocultaba verdades amargas?". En el libro, como en toda obra literaria, quedan muchas cosas a la imaginación; por ejemplo, para mí, Hanna era un personaje entretenido, una mujer que solo le importa divertirse y pasarla bien, en cambio, en la película, ella aparece muy estructurada y mucho más seria.
 Me gusta mucho la ambientación de la película, como se ve la Alemania de posguerra, Alemania Occidental de los '60 y finalmente Alemania ya reunida en los '90. La forma en que la iluminación y los colores aparecen me interesó, las escenas con Hanna al principio eran las mas coloridas, la parte del viaje es la mas iluminada y llena de color. Pero cuando Michael recuerda esos momentos durante el juicio, estos pierden su brillo. Lo que sabe ahora no le permite volver a recordar todo con felicidad.
 Mi parte favorita del libro y la película, es cuando Hanna aprende a leer y a escribir. Me gustó mucho que la película tomara un tiempo para mostrar como empieza a escribir y los intercambios de libros por cartas. Aunque en la película Michael empieza, luego de un tiempo, a ignorar las cartas de Hanna, cosa que en el libro no pasa, al contrario, él las analiza y las guarda.
 Es una historia muy interesante, ya sea vista o leída, invita a reflexionar y ponerse en el lugar de Michael, ¿vale la pena traicionar el vinculo con Hanna y su decisión de callar la verdad para salvarla de la cárcel?, ¿puede buscar una justificación a los crímenes cometidos en su analfabetismo?. Estas preguntas  me parecen importantes a la hora de buscar su respuesta, ya que todos podemos dar diferentes opiniones. Me parece muy interesante también el planteo de la felicidad que mencioné antes, esto de que un recuerdo que solía ser feliz puede entristecerse tan solo con enterarse que ocultaba una verdad amarga.


Camila Costa