A diferencia
del libro, en la película se corta la experiencia de imaginar libremente las
escenas. Además no debemos olvidar que ésta es la interpretación más la
creación del director, por esto, obviamente, si nos gustó mucho el libro existe
cierto margen de desilusión para el espectador para con la película.
A mi parecer,
en la película se omite una parte que puede ser esencial para acompañar la
historia, cuando Hanna le pega a Michael. En la película no se
hace mucho énfasis en la relación de dominación que Michael se plantea. Al principio, él es dócil con ella
y eso se muestra en la película, pero en esa escena que se omite, él la ve llorar por primera vez y llega a la conclusión que puede
ser tan despótico como ella era al principio. En la tercera parte del libro se
los puede ver a los dos como iguales, cosa que no sucede en la
película.
Lamentablemente poseía la edición del libro que fue lanzada después de la película
con las imágenes de los personajes en la tapa y mientras leía me costó mucho
intentar de imaginármelos de una forma diferente.
Tanto el
libro como la película me gustaron, no puedo elegir cual me gustó más porque al
leer un libro o ver una película, aunque se cuente la misma historia, son dos
experiencias diferentes.
Lucía Estevez
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