miércoles, 23 de noviembre de 2016

Camila Vaccarini- LOS PICHICIEGOS

Diario de Lectura de Los Pichiciegos
               “Refugiados”









Elegí este libro porque no me gusta historia y entenderla desde lo artístico, o mejor dicho, acercame de esta manera a hechos históricos tan importantes como lo fue la Guerra de Malvinas es algo me parecía estimulante. Encontré, además, la novela en la biblioteca de mi papá.
Para empezar la lectura arranco por el título.
“Los pichiciegos, o armadillos hadas rosas, habitan solamente en un área muy restringida de Argentina donde el ecosistema se caracteriza por la presencia de grandes llanuras arenosas en la que estos animalitos excavan en busca de alimentos y refugio. Son los armadillos más pequeños de todos, pues su tamaño máximo usualmente es de apenas unos 6 cm, aunque según algunos especialistas podría llegar a los 10 cm desde el hocico hasta el extremo de la cola. A pesar de su nombre común, este animalito no es totalmente ciego, pues, aunque no es capaz de definir bien las formas y los contornos, sus ojos le permiten detectar los cambios luminosos, lo cual es suficiente para ellos que viven la mayor parte de su vida bajo tierra y que para cazar emplean principalmente su agudo olfato.
 Son los únicos armadillos que tienen suelto el borde de su coraza, lo que permite ver el abundante pelaje blanco que recubre su cuerpo y que lo protege del clima frío del invierno. Esto es prácticamente imposible de observar en las demás especies de armadillos.
 Su cola, mientras que en la mayoría de la especies es larga y de forma aguzada, presenta en su extremo una estructura parecida a un diamante que emplean para apoyarse cuando caminan, como si se tratara de una quinta pata.
 Al ser un animal tan escurridizo, pequeño y nocturno, los estudios ecológicos en el medio natural son muy escasos por lo que no se sabe prácticamente nada sobre ellos. De hecho, aunque se considera una especie en peligro por su fragilidad y su vulnerabilidad al vivir en un hábitat muy limitado, lo cierto es que los datos son muy deficientes y los científicos no han logrado estimar el verdadero estado de sus poblaciones.
 Al ser animales raros y que despiertan simpatía, algunas personas tienden a capturar a los pichiciegos cuando salen del subsuelo, sobre todo para intentar cruzar las carreteras, y se los han llevado para tenerlos como mascotas, lo cual es infructuoso ya que no toleran el cautiverio, por lo que terminan muriendo a los pocos días. Por ello, los especialistas han recomendado insistentemente que no se saquen de su medio y sí se aproveche el privilegiado momento para observar en su hábitat a uno de los mamíferos más extraños del planeta.”

PRIMER PARTE
13 de noviembre 
U N O - LA INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA
En el primer capítulo del libro me siento muy involucrada en la lectura por la fuerza sensitiva de la narración. El contexto es: año 1982, plena guerra de Malvinas entre Argentina y el Reino Unido -sucedida entre el 2 de abril y el 14 de junio.
Los elementos que atraen sensitivamente al lector y en torno a los cuales se originan los diálogos entre tres personajes: el cigarrillo, “la luz que duele en los ojos” de la pequeña linterna de plástico, el azúcar. Puedo oler el humo del cigarrillo, imaginar en medio de la oscuridad ese destello de luz, puedo sentir el hambre o la falta de energía de estos personajes. Además la nieve, muchas veces nombrada, “antes liviana y blanca” y luego  “se hacía  marrón, se volvía barro pesado, helado, frío y pegajoso”
“En la chimenea lateral algunos estaban despertando”. Entiendo que son las siete de la mañana, a la 8 muchos soldados tienen que salir. Están despertando, perdidos, no saben si es la mañana o si está atardeciendo. Comienzan a oírse voces de gente que ha estado de guardia, afuera, con mucho frío y en silencio, entre la lluvia de la noche anterior.
Espacio: hay un arco de chapa que conecta la entrada con la chimenea lateral. Un almacén donde muchos suelen dormir. Una enfermería, de donde sacan café entre otras provisiones .
A los muertos los llaman helados. Las patrullas los trasladan a la enfermería del hospital del pueblo. A los heridos, lastimados en un hueso o con una mano o pie congelada los llaman fríos. Son trasladados a la enfermería del pueblo o  a la enfermería de la pajarera donde bajan los aviones con remedios, lujos para oficiales y espacio para llevar heridos y traer refuerzos de gente. Todo esto cargando una bandera blanca con una cruz roja.
Para llegar hasta la pajarera hay que cruzar el campo donde siempre pegan los cohetes británicos disparados desde el avión… nadie quiere cruzar ese campo.
Hay un cerro.
Primeros personajes con nombre: Luciani, Rubione del siete mandado por el turco, El Turco, Pipo Pescador  (colimba) que se parece a un Clown de la televisión de Rosario que tenía ese nombre. Pipo, semidesnudo, de cara flaca, con tics.
 -“No se va a terminar… están por llegar los rusos” (pag 33). Por más muertes que haya, los atentados no se iban a acabar todavía. Buscando en Internet las alianzas generadas entre países en la guerra de Malvinas, encontré que Galtieri rechazo la ayuda rusa, temiendo el desencadenamiento de una guerra nuclear contra EE UU, que apoyaba Inglaterra .
 Los Reyes Magos (fijan las misiones, establecen las normas, toman las decisiones): El Sargento (muerto), Viterbo (también muerto; a ambos los mataron los de Marina, que no los dejaron ir en un control), Viterbo -el primo de Viterbo, el muerto-, el Turco, el Ingeniero, y Quiquito.
Los que fueron asesinados, Viterbo el anterior y Sargento, llevaban en un jeep cosas robadas que no querían mostrar en el control para la Pichicera. Este último es el lugar de los pichis.
 Sargento: es el Mago que comienza a mandar. Cuando comienzan a formarse las trincheras manda al turco y a Viterbo a cavar en el cerro, porque las trincheras si llueve se inundan y la gente muere ahogada o helada.
 De noche para ayudarlos a picar en las piedras el sargento les envía soldados.
 Luego trae al Ingeniero, conscripto de Bernal que había trabajado haciendo pozos en las quintas. Hace los desagües, refuerza los marcos y los techos con tablas, dirige a los prestados y trae del puerto a los durmientes. Así se forma “el lugar”; La Pichicera.

Remonta: Actividad de compra, cría y cuidado de caballos para proveer al ejército.
Gabán: Prenda gruesa de vestir de manga larga que cubre el cuerpo hasta debajo de la rodilla, va abierta por delante y se pone sobre otras prendas para proteger el cuerpo del frío; es una prenda básicamente masculina
Colimba: Hombre joven que cumplía con el servicio militar obligatorio.
Jeep: Vehículo automóvil que tiene un motor muy potente y ruedas gruesas que agarran bien en todo tipo de terrenos, por lo que resulta especialmente adecuado para circular por el campo o terrenos accidentados y sin asfaltar.
Trinchera: Zanja excavada en la tierra dentro de la cual quedan los soldados protegidos del fuego enemigo o parcialmente cubiertos para poder disparar.

Terminé la lectura en la página 38.



 15 de noviembre
 D o s- LOS PICHIS
“El pichi es un bicho que vive debajo de la tierra. Hace cuevas. Tiene cáscara dura, una caparazón, y no ve. Anda de noche. Vos lo agarrás, lo das vuelta, y nunca sabe enderezarse, se queda pataleando panza arriba. ¡Es rico, más rico que la vizcacha!”- pág 40.
 En este capítulo ya es sumamente explícito el paralelismo que Fogwill hace entre los pichiciegos y los soldados. Esta comparación, para mí, hace que la novela sea mucho más realista, y que la situación de guerra y de miseria extrema sea más crudamente manifestada. De una manera más sutil, si así se lo quiere ver, me llega con mucha más fuerza una realidad aterrorizante.
 En esta mañana de bombardeo y vibraciones constantes y extremadamente violentas, el  grupo de soldados -los pichis- que se confinaron en una "Pichicera" - cueva subterranea- , evitan cualquier participación activa en el conflicto. En la "Pichicera" tienen casi todo para sobrevivir: calor, provisiones, refugio.

Termino la lectura en la página 49.


17 de noviembre
T r e s- LA SALIDA
En este capítulo hay más información sobre cómo es la cotidianeidad, triste, de estos soldados de Malvinas. No pueden ir al baño, tienen que hacer sus necesidades en el barro y taparlas para que nadie se dé cuenta. No pueden tomar agua para no tener diarrea. No pueden entrar ni salir de día, si alguien se entera La Pichicera se terminaba. Además, muchos pichis se han dado por muertos, o desaparecidos. Si se descubre que están refugiados por alguna imprudencia, o si llegaran a volver al ejército, los harían quedarse al frío hasta helarlos.
 “Calabocear”: helarlos
 “Volver a pelear”: matarlos
En este ocasión, El Turco y Quiquito, dos Magos, salen para ir “a los británicos”. El Turco deja a cargo al Ingeniero. Salien, suben la cuesta de día. Pasan por el “galpón de los muertos” (lugar donde cayó una granada de fosgeno y murieron argentinos y malvineros presos. Nadie los enterró y los rociaron con algo para que no se pudran).
Una patrulla de ingleses los ven, los llevan a un campamento donde los proveen de bolsas de chocolate y cajas de cigarrillos. También les dan seis cajitas y les piden que las pongan en determinados lugares: frente al casino de oficiales grande, frente al depósito de munición de artillería, en los tanques de gasoil y de querosén, en los galpones de helicópteros, y en el lugar donde guardaban los camiones.
Me asombra la amabilidad con la que los ingleses los tratan a diferencia de los oficiales argentinos… el Turco y Quiquito salieron en busca de baterías, y querían que los ingleses se las den. No entiendo es por qué las cajas cambian de color al rasparlas, ni tampoco para qué sirven.
Luego emprenden el retorno, agotados. Hablan con los pichis y se van a dormir.


El fosgeno es un agente químico que se utiliza para elaborar plásticos y pesticidas.
Termino la lectura en la página 68.



19 de noviembre
 C U A T R O- LOS HARRIER
El Harrier es un avión a reacción militar de diseño británico capaz de realizar despegues y aterrizajes verticales/cortos mediante empuje vectorial. 
Durante toda la noche las bombas, las granadas, los obuses, los misiles, las balas de pistola que los marinos tenían almacenadas fueron estallando de a poco
El diálogo en este capítulo gira en torno al drama político, a Galtieri, Videla, a cómo arrojan al río a la gente. También discuten por la cantidad de muertos que hay por el bombardeo. Es mucha información, por momentos me pierdo. Es que hay muchas historias, los pichiciegos hablan sobre lo que pasa en el país. Tratan desde el lenguaje coloquial de recrear los hechos. Los personajes, lo que hacen, es sobrevivir. Están en las islas, están en el país y están en el túnel. Ellos son testimonio presente y vivo de lo que sucede. La dictadura y la guerra se sintetiza en ellos. Las monjas francesas que desaparecen en Argentina se hacen presentes como mito, como imágenes espectrales en las islas. 
C I N C O- LOS RELOJES
Leyendo, me comienza a agarrar una sensación de ahogo. Es que estos soldados solamente querían regresar a sus hogares, seguir se camino en la vida. El objetivo, como antes nombré, era el de sobrevivir, de un día a la vez. Yo creo que ya ni siquiera era ganar la guerra, ya no podían sentir entusiasmo por llevar adelante a un país sin herramientas, sin el soporte que tenían los ingleses. Están en condiciones claramente inferiores, sin recursos, y viven como muertos. Bajo tierra, sin fuerza, inmovilizados, pisoteados, queriendo matar el tiempo. Titulo a este capítulo “Los Relojes” porque me parece un rasgo predominante el tiempo, el enorme peso del tiempo, de cada día, de cada batalla. De cada bombardeo, cada cuerpo, cada muerte. Los soldados se quedan con los relojes de los caídos.
S E I S - ENTENDER LA GUERRA
El Turco, Galtieri, Manzi, el Marino y García habían ido hacia los ingleses.
En esta parte del libro puedo notar como algunos soldados están más enterados de ciertas cosas horrorizantes que sucedían, y más acostumbrados. Se dice que para sobrevivir hay que entender la guerra. Así, se toca el tema de que nadie quiere dejar de ser pichi, porque cualquier otra cosa es peor. También está la opción de ser prisionero de los ingleses, pero eso da miedo. A los prisioneros, a los soldados que van hacia los ingleses y no vuelven, los torturan con descargas eléctricas, abusan sexualmente, los someten a tantas miserias.
Los pichis entienden que los ingleses están más organizados. Que son peores porque “la hacen mejor”, son más especulativos.             Encuentran fotos donde aparecen oficiales argentinos rendidos tomando té con los ingleses, y las queman impulsivamente.
Ya el clima de cavar, buscar provisiones, cantar (y luego los Magos prohíben el canto, no sea cosa que les descubran el Tobogán) se hace denso y en lo único que se piensa es en volver. Volver a la vida. A una cama, limpia, y a estar uno mismo bañando y limpio.
S I E T E - LAS MONJAS
En esta parte de la narración, los Magos creían que Pugliese se estaba volviendo loco. El mismo, una noche, vio dos monjas entre las ovejas cuando estaba entrando al Tobogán. Se trata de las monjas francesas desaparecidas el 17 o 18 de diciembre de 1977. Aparecen en la historia como mito, como imágenes espectrales en las islas. Porque las islas son el lugar de los desaparecidos: las monjas, los soldados, los pichis, los disidentes.
“En diciembre de 1977 las hermanas Alice y Léonie, con las Madres de Plaza de Mayo y otros activistas de derechos humanos, prepararon una solicitada con el nombre de los desaparecidos y el reclamo al gobierno de dar a conocer su paradero. La solicitada fue publicada en el diario La Nación el 10 de diciembre de 1977, el mismo día de su desaparición.”

O C H O- APARICIONES
Se habla de los británicos, de los pichis, de las apariciones de las monjas, las supersticiones, la historias de terror. Se quejan los conscriptos, oficiales y suboficiales. 
El pichi Dorio, volviendo de la playa, le pega con una bengala de auxilio a un oficial que abusa de un soldadito. Si ese soldado siguió con vida luego de salir corriendo, debe creer todavía que lo que vio fue una aparición.

Terminando la primer parte hago un repaso de los personajes existentes hasta hora. Los Reyes Magos;  los que sirven ( los que traen cosas y tienen más conocidos en los batallones y pueden cambiar más cosas y ayudar. Por ejemplo Pipo Pescador (el almacenero, ya antes un poco caracterizado), Rubione, García);  los otros pichis (el Tucumano que cuenta historias de vampiros y hombres tigre, Dorio, Pugliese que es el que vio las dos monjas entre las ovejas, Luciani, Uruguayo, Yrigoyen, Galtieri, Ramírez, Acosta, Manzi, Núñez, Tano, Brecelli, etc).
La pregunta que me queda para la segunda parte del libro es, ¿qué va a pasar con estos soldados?
SEGUNDA  PARTE
 23 de noviembre
U N O- HERIDO ADMITIDO
Diéguez, nuevo pichi con nombre, herido admitido que salva al Turco de la muerte. Este acto me parece sumamente tierno y valiente. 
Luego el Turco lo lleva nuevamente a la Pichicera, los pichis  acompañan a Diéguez hasta su muerte.
Abandono la lectura en la página 147.
D O S -  EL MIEDO
Lo que más me queda de este capítulo es la descripción de los dos tipos de miedos: el miedo a que algo suceda, y el miedo al miedo. Es muy interesante evaluar cómo nos comportamos las diferentes personas ante esta sensación. Es una emoción muy fuerte que se manifiesta de distintas maneras en cada persona. Algunos atacan, otros escapan. Pero el miedo real LLEVA a la acción. ¿Será que sin miedo no seríamos capaces de hacer? ¿Será necesario el miedo?.  La guerra va de la mano con el miedo. Guerra es ataque, reclutamiento, defensa. Es no poder huir a ningún lugar porque de alguna manera lo abarca todo. Para estos pichis, la guerra es soledad, devastación y pérdida. 
Es que ellos están perdidos.  Espero que no desaparezcan.

T R  E S – LA GRAN ATRACCIÓN
Se forma en el cielo una V de aviones que pasan y se pegan al cielo. Un Arco iris se asoma por detrás. Es raro. En este capítulo me perdí un poco, estaba tomando sol y me desconcentré. Después cuentan un cuento de Quiroga de barcos donde la gente se suicida.
C U A T R O – LOS INGLESES
“si esta guerra no acaba vamos a tener que tirar a todos los dormidos”- pág 168.
“La mayoría se negaba a tener ingleses, pero esa noche los oficiales de ellos insistieron. Ya conocían bien la entrada del lugar y si ellos no les permitían poner su hombres, eran capaces de bombardearlos, o, peor, de avisar a los argentinos dónde estaban y cómo podían hacerlos presos.” A la mañana siguiente trajeron a dos ingleses: uno que se ocupaba de la radio, y otro, que sabía un poco de castellano, daba órdenes que los pichis cumplían…sin ganas. Desde el campamento inglés llegaban patrullas que traían comida.
Los pichis querían sacarse a los ingleses de encima, es que estos los miraban de forman despectiva, con asco, y daban órdenes. Un pichi arrojó desde la cornisa a un inglés. Mandaron a otro.
C I N C O – OVEJAS Y HELICÓPTEROS
Los porteños se llamaban porteños a ellos mismos, y a los demás los llamaban forros.
“El olor a oveja reventada por una mina es parecido al olor de cristiano reventado por una mina: olor a matadero cuando se carnean animales y llegan los peones que les trabajan en el vientre para hacer achuras” pág 188
Este capítulo básicamente me enfureció. Qué horror todo, ese sadismo, esa alegría de los británicos al bajar de los helicópteros y verlos a los argentinos destruidos, sucios, muertos. Es una sensación de impotencia tan fuerte. Ni siquiera sabían si los iban a aceptar como prisioneros… 
La radio Argentina, seguía diciendo que se había ganado la guerra. Já.


S E I S-  SE ACERCA EL FINAL
Un sanjuanino decidió tener una mascota. Una culebra, que una noche se le perdió.
Desde que estaban allí, nunca habían tenido una mascota. Con una mascota se convive en un hogar, y ellos, lo único que realmente necesitaban era sentir que estaban nuevamente en sus hogares.
Un coronel decía que la guerra ahora tenía otros medios: la diplomacia y la contemporalización. Que los soldados iban a volver a los arados, a las fábricas. Y lo peor: que luchando se habían GANADO EL DERECHO A ELEGIR, A VOTAR.
S I E T E- EL CALOR
En este capítulo el narrador cuenta la experiencia de la guerra a una persona. Trata de hacerle entender lo que son los ruidos de la guerra, el frío, y cómo el calor se aprecia más después de haberse casi congelado.
En este capítulo reflexioné sobre la forma narrativa del escritor ya que hay partes en las cuáles no se comprende en dónde está. O mejor dicho, no me encuentro muy involucrada en la lectura, porque hace demasiado tiempo que estoy leyendo.
O C H O- EL FINAL
El último día los soldados y oficiales hacían fila para rendirse. Pasaba un Harrier, cada tanto, y les soltaba una bomba experimental. 
Un teniente ordena a unos soldados rendidos a disparar a una patrulla inglesa. Una bala del teniente roza la patrulla haciendo que maten a todos de un morterazo, ¿qué necesidad hay de pelear cuando ya todos están cansados, sin fuerza ni ganas y las balas están tan húmedas que ni funcionan? Esto es una clara manifestación de la perversión y el nacionalismo, de cómo se entregó a estos hombres sin razón, en una guerra sin sentido que ya terminó.
Los pichis mueren intoxicados por el gas. Eran 24. El que ve a cada uno de ellos, el narrador, es Quiquito. Escapa antes de morir el también por el tiro de la estufa. Se va al norte, al pueblo.
Este final es raro, tiene otro ritmo, otro color. Es lo que quedó de la guerra, resumido en un personaje. 

Narrador: uso de la primera persona, el discurso directo, la mediación del narrador/entrevistador.
Es un narrador/entrevistador que graba al único sobreviviente de los pichis. Es así cómo, como lectora asisto a una narración que conjuga diferentes niveles de enunciación. En la mitad de la novela se hace explícito “-¿Y vos Quiquito, creés que yo creo esto que me contás?-le pregunté. -vos anotalo que para eso servís. Anotá, pensá bien, después sacá tus conclusiones-me dijo. Y yo seguí anotando.”
Conclusión
Me pasó que durante la lectura tuve muchas sensaciones. Por momentos estaba muy enganchada (más que todo en la primera parte). Sin embargo en la segunda parte, no sé si fue porque la historia se tornó más oscura y triste (realmente agotadora), me costó más seguir interesándome realmente. Pero lo terminé y siento que me gustó poder indagar en lo que fue la Guerra de Malvinas a través de una ficción como esta, donde los rasgos de los personajes se sienten a flor de piel en una realidad que supera la ficción.

Estoy un poco aturdida porque es muy fuerte esta historia y ni me quiero poner a pensar en la deshumanización que se vivió en aquella época. Estoy satisfecha luego de la lectura. Siempre a través de la Literatura (y el arte en general) las cosas me llegan mucho más porque me pegan directo al corazón.

P.D: Perdón por el resaltado blanco, ¡no sé cómo arreglarlo!

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