Diario de lectura de "El juguete rabioso" - Ludmila Corvalán

  Elegí este libro por recomendación de mi papá. Me comentó que aunque sea fácil de leer, es un muy buen libro. Sobre el autor no conozco demasiado, es la primera vez que voy a leer algo de él. Busqué su biografía y se trata de un escritor argentino, hijo de inmigrantes, nacido en 1900: tenía muchos problemas familiares, fue echado de la escuela a los ocho años y se escapó de su casa a los quince. Sobre la historia solamente sé que se trata de la vida de Silvio y sus constantes situaciones de fracaso e incertidumbre a lo largo de ésta.
  Este libro, el primero del autor, previamente iba a ser llamado “La vida puerca”. Luego, Arlt lo cambia por recomendación de Ricardo Güiraldes (escritor, perteneciente al grupo de Florida*), que le comunica que era un nombre muy violento para la sociedad de esa época. Varias personas relacionan al protagonista con la vida de Arlt, deduciendo que se trata de una “verdad ficcionalizada”.

Viernes 18/11 – Página 48, capítulo 1: Los ladrones
  Comienza con la adolescencia temprana de Silvio, sus catorce años. Junto a su amigo Enrique, comienza a cometer delitos. Al unirse Lucio, un conocido de Enrique, organizan un grupo llamado “Club de los Caballeros de la Media Noche”, donde los tres se dividen las tareas para cometer estos robos. Luego de un corto período de tiempo, la actividad de este grupo se paraliza, ya que la policía casi atrapa a Enrique, quien logra escapar escondiéndose en la casa de Silvio.
  Por ahora, el libro parece interesante. Está contado en primera persona, desde el punto de vista del protagonista Silvio. Es bastante simple, fácil, realista y rápido de leer. No entra mucho en las descripciones físicas ni psicológicas de los personajes, ni siquiera del propio protagonista.

Lunes 21/11 – Página 80, capítulo 2: Los trabajos y los días
  Comienzo a notar por qué muchas personas relacionan de alguna manera este libro con la vida del autor. Al igual que Arlt, Silvio deja el colegio muy joven y debe ponerse a trabajar por la mala situación económica que su familia presenta. En este trabajo, Silvio se siente constantemente ultrajado y humillado. Sin embargo, cree que es lo que él merece y que no podrá nunca lograr su ansiado ascenso social y económico, envidiando y admirando a cada persona que pertenezca a una clase más alta y adinerada.

Martes 22/11 – Página 112, capítulo 3: El juguete rabioso
  Por primera vez Silvio consigue algo que desea: consigue un lugar en la Escuela Militar de Aviación. Es aceptado rápidamente, luego de elogiar su saber respecto al campo y su capacidad de idear invenciones. Sin embargo, la incertidumbre aparece una vez más: “Ahora que todo ha cambiado, ¿quién soy yo dentro del amplio uniforme? (…) Y así es la vida, quejarse siempre de lo que fue. Con cuanta lentitud caían los hilos de agua. Y así era la vida. (…) En el futuro, ¿no sería yo uno de esos hombres que llevan cuellos sucios, camisas zurcidas, traje color vinoso y botines enormes, porque en los pies les han salido callos y juanetes de tanto caminar, de tanto caminar solicitando de puerta en puerta trabajo en que ganarse la vida?”.
  Luego de muy poco tiempo, Silvio es dado de baja sin aviso previo alguno. “Aquí no necesitamos personas inteligentes, sino brutos para el trabajo”, le comunican luego de echarlo. 
  Sintiéndose derrotado de nuevo, decide alquilar una pieza para pasar la noche. Allí conoce a un hombre con el cual mantiene una relación homosexual. Al otro día, Silvio compra un arma y decide terminar con su vida: “No he de morir, pero tengo que matarme”, repite una y otra vez. Llega aquí el clímax de la historia: el arma no se dispara y el protagonista fracasa otra vez, quedando descartada la última posibilidad de eterna libertad existente.
  Cada vez encuentro más interesante la manera en la cual Arlt describe como el entorno crea en Silvio una constante sensación de inferioridad, e instala en él la creencia de que no existe posibilidad alguna de ningún tipo de avance en su vida, a pesar de sólo contar con dieciséis años. Además, creo que todos nos podemos identificar con la incertidumbre que el personaje presenta constantemente, preguntándose qué será de su futuro y anhelando en algún momento llegar a un estado de bienestar que parece inalcanzable.

Miércoles 23/11 – Página 154, capítulo 4: Judas Iscariote
  Este capítulo es bastante diferente a los tres anteriores. Comienza con otro trabajo de Silvio en el cual se siente miserable; sin embargo, luego de trabajar, mantiene charlas con el Rengo, un cuidador de carros. Un jueves, después de un tiempo sin verlo, el Rengo se presenta en la casa de Silvio y le plantea cometer un robo. Sin embargo, en vez de realizarlo y ganar una importante suma de dinero, decide delatarlo. Y así lo hace. Se presenta en la casa del ingeniero Vitri al cual iban a asaltar y le explica lo que va a suceder. El Rengo es arrestado, y Silvio es recompensado con un nuevo trabajo en Neuquén.
  Creo que con esta acción, el protagonista del libro logra de alguna manera darle un cierre a las constantes frustraciones que tuvo a lo largo de su vida.

Conclusión
  Creo que Arlt logra plasmar muy bien algunos aspectos que sufren las clases más bajas: la explotación, la marginalidad, el complicado intento de progresar en una sociedad que constantemente los desprecia y excluye. No entra en la psicología del personaje, sino que explica como el entorno condiciona la posibilidad de crecimiento económico y social, en especial de la clase baja.
  Disfruté mucho este libro. Es simple y rápido de leer, sin embargo el autor sabe como dejar un mensaje bastante claro. Volvería a leer algo de él definitivamente.

* Paradójicamente, Arlt pertenecía al grupo de Boedo, antagonistas.