jueves, 14 de abril de 2016

Mile Bonifacini

Al escarbar en el pasado de mi familia, me encuentro con muy detallada información. Mis bisabuelos y sus hijos, formaban parte de una comunidad judía que tuvo que luchar contra la persecución y el exilio. Mis antepasados arribaron en un barco desde Polonia. Mi abuela fue la única nacida en Argentina. Su madre, al igual que sus hermanas, no sabía una palabra del español.
Cada tanto algo me recuerda a mi pasado y me encuentro buscando información, la cuál suelo olvidar. Me gusta olvidar, porque cada vez que tengo la oportunidad de informarme, saco conclusiones distintas. Pero siempre hay una que me da vueltas en la cabeza; hay personas, de mi misma sangre, que la pasaron mal. Yo estoy acá, sentada, escribiendo, porque ellos la pasaron mal. Muchos italianos y españoles venían acá y se volvían a sus países de origen. Mis familiares vinieron acá y no se podían volver. Creo que eso te marca definitivamente. Los judíos que venían huyendo de la Alemania nazi venían acá y se tenían que adaptar o adaptar. Entre eso y el exilio no hay mucha diferencia. En términos de investigación, se hace difícil cuando hay muchas ganas de olivdar. A mi mamá se le complicaba hasta para preguntar.
Por suerte, su primo investigó muchísimo acerca de nuestra historia e hizo una película muy reconocida llamada “Hacer Patria”, en la que yo puedo encontrar las respuestas a todas mis dudas, cuando surgen. Si todo el mundo pudiera hacer un viaje introspectivo a su memoria familiar como yo hago con esta película, colectivamente sería algo muy saludable.
Ver esa película me completa partes que a veces olvido que me faltan.


1 comentario:

  1. Palabras que me nombran.
    Pero todas las palabras me nombran
    cuando yo sé escucharlas.
    Ahora debo aprender a decirlas
    para que otros se sientan nombrados
    si acaso las escuchan.
    Para nombrar a un hombre
    se necesitan todas las palabras.
    ROBERTO JUARROZ

    Gracias por compartir.

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