sábado, 4 de julio de 2015

Camino sin quien (Lazo, Costa Viaggio, Campano)


La ciudad de Kalic quedaba atrás. Las sedas de su bastón se agitaban con el viento. Rodillas al suelo, horizonte al frente, allí un hombre. Alguien antiguo, de siempre estar, mercader decían, con uñas descuidadas y aspecto honesto. Segundos después el fruto más preciado de todo el desierto estaba en sus manos. No es común recibir a cambio de nada, menos aún en el desierto. Sin embargo, él no vaciló. Pero desconocía, con la más pura inocencia, la suerte y la desgracia con la que mucho mas tarde se encontraría.
El sol raja la tierra, o mejor dicho la arena, él está decepcionado. El tiempo es constante y mata. Y él solo ha llegado tarde.
Algo molestaba, algo rígido, lo escupió en su mano. Extendió su brazo y la gravedad hizo el resto. Mientras tanto el camino se hacía a su paso, firme y rotundo. Pero el viento. Ese vendaval desértico atacaba sin pena a cada grano de arena. Estas ráfagas, siempre presentes, se chocaban contra su tiesa musculatura, mientras que su larga cabellera, negra como la noche, oleaba a la par de un lejano mar. Él necesitaba un compañero, pero sabía bien que el crecer demora.
Durante el siguiente trecho se dedicó casi exclusivamente a imaginar. Pero no a imaginar cualquier cosa, sino la mejor de las cosas, la derrota del lobo.
Él correrá sin tristeza y se abrazarán sintiendo mutuamente sus pieles secas y duras. De repente, él derramará lágrimas saladas sobre la piel del otro, lagrimas que no le serán mutuas. Y solo serán algunas, porque nunca antes habría llorado. Porque estará eufórico, porque será una sensación humana. 
Hoy, estar solo le pesa, está cansado. Intentó, pero fracasó. Su amigo está muerto, al igual que sus esperanzas. Esperanzas que podrían renacer, rumbo a la ciudad más cercana.

1 comentario:

  1. La idea es interesante, con pasajes sensibles y muy bien escritos, que contrastan con otros trabados en la expresión. Rever uso de tiempos verbales.
    Resulta difícil reconstruir la historia y saber del protagonista para sentir empatía con su suerte. Repensar cómo involucran al lector y si rompen la linealidad temporal solo con anticipar.
    Nota: 7

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