domingo, 6 de noviembre de 2016

Radiación Cósmica de Microondas - Ludmila Corvalán


Prólogo
  Seres completamente diferentes, conviviendo en realidades distintas. A veces, similares; a veces opuestas; nunca iguales. Las generalizaciones no existen, vemos la vida como somos, desde nosotros mismos: nuestra piel, nuestra cabeza, nuestra alma.
  Somos universos y todo tiene un sentido: el que prefieras darle.


Despertameme encuentro sumida
en un interno desdén
¡esperame, alma ígnea!
que interminablemente sigo dando vueltas

¿Qué es la poesía?
flores, pasto mojado
destello de mousse,
estrellas afuera de la ventana
burbujas rompiéndose contra vos.
yo

Expiados
el hombre siente la partida
en su piel
llega exhausto a su destino
sabe su final de Ser expulsado
el vasto desierto será su morada
la arena borrará
sus huellas y su pasado
nada quedará de él
agridulce represalia

Inmortalidad
la finitud aturde
el alma de aquellos
que no logran ser parte,
perpetuarse en el recuerdo
estratagema
para desafiar al tiempo

Utopía
de vez en cuando flotar
quizás es mejor permanecer debajo
no, los árboles dan sombra
y el verano quema
pará
no escucho nada, ¿silencio?
infinidad
incertidumbre
¡qué lindas las estrellas!
igual es una lámpara de fibra óptica

Alma
olas inquietas
tempestades voluptuosas
debajo abismos, profundidades
luces y sombras
que no salen a la superficie
sólo expertos
pueden alcanzar tesoros escondidos
con redes amplias, suaves, imperceptibles,
arrojadas desde tiempos perfectos
no todo brilla, no todo se expresa;
tanto tu alma como el mar,
encubrimientos enigmáticos

Sempiterno
veo almas,
nubes,
salas

veo flores,
marcas,
colores

no veo nada
veo almas

Nubes
el cielo gris luce cansado
de tanto retener agua
los seres presienten el desenlace
las gotas se estrellarán contra la tierra
explosión de emociones
lágrimas incesantes
espectáculo que mirás
con ojos cargados, cansados
de tanto retener perlas brillantes

Desaparecidos
almas inquietas
no encuentran consuelo
torturados cuerpos
que supieron otros tiempos
el hombre condena
a los hacedores del infierno
quedan impunes
manos que anudaron momentos
saber de tu vida
me lleva al extremo
de abrir el cielo
para detener el sufrimiento
pronto detendrán sus lamentos
realizando sus sueños
jugando como niños contentos
la idea continúa
se encarna
transmuta el tiempo
ningún asesino puede matar sueños

Siempre
¿qué es lo que se supone debo ver?
¿qué es lo que se supone debo ser?
certeza es lo que no poseo
y me notás enteramente,
tarde

Abdicar
ocupada debajo del agua,
viendo cuánto puedo aguantar la respiración,
veo flores ahogarse
me distraigo
miro arriba

Designio
la gente ya harta de la lluvia
por mí que siga así
diez meses más,
propicio mío 

Primera magnitud
lúcida camina sobre la arena
se detiene,
y la llaman
destellos de cielo
en sus manos
planetas merodeando 
deslumbrada criatura

Supernova
etéreas estructuras
me han conformado,
eterno buscar 
de un propósito 
siempre efímero

no me despiertes




1 comentario:

  1. Ludmila: Celebro este espacio; qué buen lugar en el que las voces hablan, murmuran, cantan y vuelan de otro modo las ideas y la emoción.
    Disfruté mucho leyéndote, pues hacés un buen trabajo. Algunos textos están más logrados que otros, así que el trabajo puede continuar y dar paso a nuevas versiones de la mano de la reescritura para seguir explorando las palabras y tu relación con el lenguaje y las voces dentro de vos.
    Gracias por el compromiso, la dulce constancia de tu inteligencia, la curiosidad y la búsqueda, siempre.
    NOTA: 7+

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