lunes, 15 de agosto de 2016

La Poesía o las necesidades del volar y del cantar


La producción literaria actual, fundamentalmente de poesía, relativiza la clasificación de los textos ficcionales en narrativos, dramáticos y líricos y desdibuja los límites que separan a un género de otro. Por ejemplo, aparecen en el poema materiales que antes no eran considerados poéticos (el discurso político, publicitario o científico; el humor, lo popular) y formas de decir propias del lenguaje hablado y, también, de la narrativa y del teatro. Irrumpen en el poema técnicas de la pintura, como el collage, o del cine, como el montaje, o de la música, como los cruces con el rock y el tango. Visto así, “el poeta no es un alquimista. El poeta es un hombre como todos,  un albañil que construye su muro: un constructor de puertas y ventanas”, como cantan los versos de Nicanor Parra. Vista así, la poesía parte de  elementos no tradicionales, arremete con voces y discursos diversos; es quehacer, construcción, juego; todo entra en el poema que pide ser leído desde la perspectiva de quien pasea, se reí, imagina, prueba, protesta, hace y deshace con las palabras.
Esta propuesta de trabajo se origina en la convicción de que la poesía es un territorio propiciatorio y propicio de la exploración con y del lenguaje, de lo concreto y lo abstracto, de lo real y  lo imaginario, de lo individual y  lo colectivo.  Aventura tras la propia identidad por el camino de la curiosidad y el juego en que "leer y escribir son las dos caras de una misma luna”. En fin, una invitación a un viaje en el que “la imaginación arde envuelta en las ruedas de un tren desorientado”.


Mientras seguimos trabajando en clase y avanzamos con las lecturas y la escritura de poesía, les dejo algunos materiales para aderezar la creatividad con saberes y quehaceres poéticos:
FIGURAS RETÓRICAS
POESÍA PARA LEER
POESÍA PARA VER








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