Literatura: expresión del alma, conjunto de letras que nos llevan a un nuevo mundo, nos llenan y nos llegan al corazón. En este Blog los alumnos de 5to 1era del Liceo 9 exploran este arte.
martes, 15 de septiembre de 2015
Lone: Más que humano - Camila Corral, Camila Ferrera, Ezequiel Casazza, Julián Dos Santos, Milena Bonifacini
Nunca sentí que formara parte de esta sociedad, vivía en el bosque, la mayor parte del tiempo con hambre y miedo, solo conseguía alimentarme cuando alguien pasaba y me dejaba algunas monedas, no entendía su vocabulario, y tampoco me interesaba.
Un día sentí un llamado, pero definitivamente no sabía de quién era, ni para qué, pero lo seguí. Llegué a una verja, era lo único que veía entre todos los árboles. Cuando logré pasar al otro lado encontré a una niña, nos quedamos mirándonos un largo tiempo, sin hablar, silenciosamente, pero sentí que podíamos comunicarnos de alguna manera. Me tocó y se sentó a mi lado. Sentí una conexión .
Luego de un tiempo vi a un hombre viniendo hacia nosotros, apartó a la niña de mi lado y la revoleó sobre el pasto. Sacó un látigo y comezó a azotarme, logré reaccionar, huí y finalmente llegue a la casa de los Prodd, luego de escapar adolorido durante horas. La pareja cuidó de mi por ocho años. Comencé como un niño de dos años, sin saber hablar ni comunicarme, y termine siendo un adulto, trabajando. Así pasaron estos bellos años hasta que decidí marcharme, aunque ninguno de ellos me detuvo. Estaba esperando a Jack. Decidí hacerme un refugio para vivir, solo una vez regrese a pedir un hacha a su casa.
Qué bien que fui a buscarla, porque hasta el día de hoy la sigo usando, y la seguiré usando hasta cuando pueda. Y ahí está, al lado mío en el piso. Este tronco se está volviendo cada vez más pesado y fuerte, pero puedo soportar el dolor, estoy perdiendo bastante sangre pero no es muy grave, me duelen los huesos de las piernas, creo que me los rompí, lo que sí, esta doliendo mucho, no veo el momento en el que venga uno de los chicos a ayudarme
Llegue a mi casa a la tarde noche con unas zanahorias en mi mano, estaba pensando cómo las cocinaría junto con el conejo que tenía en casa, cuando vi a una chica arrodillada en la puerta. Era una niña negra, parecía que tenía unos tres años. Estaba desnuda y comiendo una zanahoria, me hizo acordar a los conejos. No solo por cómo la comía, sino también porque estaba comiendo mi zanahoria.
Me acerqué a ella y me escupió la cara. Me limpié y me metí en mi casa. La negra ya estaba adentro, miré a donde se encontraba antes y me di cuenta que eran dos. Me puse a hacer el conejo y cuando fui a agarrar las zanahorias noté que habían desaparecido. Vi a la niña comiendo una de ellas. “¿Qué estás haciendo?” Le pregunté. Se me rió en la cara y las dos pequeñas desaparecieron. Sentí una sensación de odio, ya no tenía las zanahorias que me había costado mucho conseguir. De todas formas, me dispuse a preparar una olla para cocinar al conejo en el fuego, aunque no tuviese las zanahorias.
Luego las niñas volvieron a pasearse por la habitación, acercándose a mi cada vez más. Siempre que volvía a verlas para ver qué estaban haciendo, reían entre ellas y se alejaban. Tenían unas risas muy particulares, muy agudas, llegando a ser molestas al escucharlas.
En un momento me harté de la situación y cerré la puerta de un fuerte golpe, cuando me di vuelta para ver a las niñas, ya no estaban. Supuse que se habían asustado por el portazo, no tenía pensado que eran muy pequeñas y cualquier cosa las espantaría.
Terminé de cocinar el conejo, y por suerte no había ninguna niña molestando en el lugar. Empece a comer esa deliciosa cena sin zanahorias.
Luego de un tiempo, tenía la panza estaba llena y estaba sentado contra la pared, inmóvil y con sueño.
Escuche tres golpes en la puerta, y cuando abrí había una más. Pero esta no era igual a las otras, era más grande y me miraba con más atención. Miró la olla y luego a mi, quería que le de mi comida. Rápidamente tome la olla y la sostuve ente mis piernas. Las tres se marcharon y recordé los desayunos abundantes que me hacía la Señora Prodd todas las mañanas. Salí de la casa y grité, pero ya no estaban.
Después de eso empezaron a aparecer cada vez con mas frecuencia, siempre pidiendo comida, y yo las alimentaba. Luego de un tiempo los días de tormentas las dejaba dormir adentro. Empezamos a trabajar en equipo para conseguir alimento y las deje quedarse a vivir conmigo, eran bastante útiles y creo que después de haber vivido con los Prodd no me había acostumbrado a vivir solo otra vez.
Estoy empezando a tener mucho frió, no pensaba que los chicos tardaran tanto en encontrarme, sigo esperándolos, me siento muy débil como para moverme, perdí mucha sangre. Después de dejar mis piernas inmóviles como por una hora ya perdí gran parte del dolor en las piernas, pero ahora las siento muy frías, espero que los chicos vengan pronto.
Luego de un tiempo volví a visitar a los Prodd, y el Señor Prodd me dio a
entender que ella había muerto. Cuando entré a la casa y vi al bebé decidí llevármelo. Vivimos junto con las niñas y siempre que teníamos alguna duda le preguntábamos al bebé que debíamos hacer. Una vez, por ejemplo, no sabíamos como arreglar el camión y siguiendo su consejo, hicimos una maquina gravitatoria sin darnos cuenta, que luego llevamos a lo de los Prodd y la utilizamos para arreglar el camión. En ese momento me di cuenta que Prodd no estaba.
Después de un tiempo, en una zanja, encontré a Gerry casi muerto, y lo lleve a casa. Le di de comer y se los presenté a las chicas. Quienes me dijeron que el bebé dijo que lo necesitábamos. Vivimos todos juntos por tres años.
Estoy muy débil y tengo muchas ganas de dormir, voy a dormir un poco y seguramente cuando despierte voy a tener fuerzas para salir.
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El texto en general está bien, me gustó mucho la idea de ficcionar el momento de la muerte de Lone y me gustó como desarrollaron sus pensamientos.
ResponderEliminarSin embargo, no me termina de convencer la forma de introducir y cerrar los flashback. Si bien no debemos utilizar frases introductorias obvias debemos encontrar la forma de dejar alguna marca espacial o discursiva de que nos vamos a otro tiempo (dejar la frase anterior trunca, terminar con un pensamiento que luego produzca contraste con la acción, mínimamente colocar algun doble espacio) Es decir, tuve que volver atrás en el primer flashback porque no comprendí el cambio hasta reelerlo. Les falta introducir algún elemento que facilite la transición.
Hay algunos errores de ortografía, hay algunas conjugaciones verbales mal usadas y, lamentablemente, se nota bastante que apuraron el final.
Nota: 7